Aunque es imposible abarcar todos los géneros y subgéneros del flamenco, cualquier aficionado debe conocer, al menos los más importantes: las sevillanas, la soleá, las bulerías, el jaleo… En este post te contamos todo lo que necesitas saber sobre la seguiriya.
Origen de la Seguiriya Flamenco
El origen de la seguiriya es incierto, aunque hay cierto consenso en que puede proceder de las plañideras, mujeres contratadas para expresar pena y dolor en los velatorios y entierros. Las primeras señales de este cante se encuentran en Cádiz y Sevilla, los Puertos, Jerez y el barrio de Triana, derivados de las tonás primitivas.
Por lo que respecta al nombre del palo, parece derivar del término “seguidilla”, cuya evolución ha sido rica y muy variada según las zonas, por lo que hoy día es posible encontrar los términos, seguiriya, seguirilla, siguiriya o siguerilla tanto en discos como en referencias escritas, siendo todos ellos correctos.
Características de la Seguiriya Flamenco
La seguiriya es un palo solemne y muy emocional, en el que se otorga mayor importancia al sentimiento del cantaor que a la propia estructura de la pieza, aunque sí es cierto que esta suele cumplir ciertas características.
Antiguamente se interpretaban sin música y, aunque hoy día suele acompañarse con la guitarra, continúa siendo un palo serio, sin ornamentación, lo que lo convierte en un cante muy difícil de interpretar, plagado de cambios de tono y matices.
Estructura formal de la Seguiriya
Cuando sigue la estructura formal, la seguiriya transcurre de la siguiente forma:
- Comienza con un rasgueo fuerte de guitarra, que sirve para dar entrada al cantaor o cantaora.
- El primer cante es corto y emocionalmente muy intenso, rematado con rasgueados de guitarra.
- A continuación, se interpreta un cante valiente, que se remata igualmente con la guitarra, dando paso a la letra de cambio.
- La seguiriya finaliza con la guitarra, que marca el compás de forma insistente.
Cante y coplas
Se cree que la seguiriya procede de las plañideras, entre otras cosas, por el tipo de cante, muy sombrío y con la muerte como tema principal. Se puede reconocer, además, porque la letra está trufada de quejíos: ambas circunstancias hacen que se considere a la seguiriya como cante jondo puro, precedente de los cantes de palo seco (sin guitarra).
La estructura de las coplas es en base a una métrica 3×4 + 6×8, con cuatro versos, de los que el primero, el segundo y el cuarto son hexasílabos, mientras que el tercero es endecasílabo. La rima es entre el segundo y el cuarto versos, tanto en asonante como en consonante.
El baile de las Seguiriyas
Como ya hemos mencionado, la seguiriya es un palo muy emocional, en el que la expresión es mucho más importante que la corrección: el bailaor o la bailaora interpretará este palo de forma muy sentida, derrochando arte y pasión sobre el escenario.
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