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Una de las prendas más importantes del traje de flamenca es la falda: debe tener la caída y el vuelo necesario para acompañar el baile de forma armónica y estética, pero también resultar cómoda para la bailaora que la lleva puesta. ¿Quieres saber más acerca de la falda flamenca? En este post te lo contamos todo.

¿Cuál es el origen de la falda flamenca?

La falda flamenca era la vestimenta habitual de las mujeres de las clases más modestas en el siglo XIX: la bata larga acompañada del delantal de volantes era una prenda cómoda para sus quehaceres diarios y las mujeres la usaban, también, cuando acompañaban a sus maridos a las ferias de ganado, donde acabaron por llamar la atención de las señoras de clases más altas, que las adoptaron como atuendo, mejorando la calidad de sus materiales e incluyendo adornos más delicados y exclusivos.

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A ello contribuyó la Feria de Abril de Sevilla de 1929, la primera ocasión en la que este encuentro adquiere el carácter lúdico que conserva a día de hoy y en la que el traje de flamenca se convirtió en el atuendo típico del evento.

Evolución de la falda flamenca en la moda

Aunque el traje de flamenco tiene un marcado carácter típico y atemporal, siendo fácilmente reconocible incluso por ojos profanos, es el único de los trajes regionales españoles sujeto a modas: año tras año los grandes diseñadores adaptan las últimas tendencias a la falda flamenca y el traje de gitana sin que por eso este pierda su esencia.

Podemos decir que esta tendencia comenzó en los años 50, cuando las cintas y los lazos de raso comenzaron a adornar los trajes de gitana, que además se cosían con grandes mangas afaroladas.

Con la llegada de los años 80, la falda flamenca sufrió del exceso de estampados y adornos, igual que el resto de prendas femeninas de la época, al tiempo que los talles se estrechaban y las faldas ajustaban más a las caderas.

Los años 90 invirtieron la tendencia por completo, retirando adornos y excesos, lo que dio paso a trajes de flamenca más livianos y vaporosos, menos ajustados y en colores lisos. Con la llegada del nuevo siglo hemos visto faldas flamencas de todos los estilos, tejidos y estampados, en la pasarela y en la calle, en las citas típicamente flamencas, como las Ferias de Sevilla y de Málaga, pero también en eventos como bodas, estrenos de cine y fiestas exclusivas.

¿Cuándo se usa la falda flamenca?

A día de hoy, la falda flamenca, en combinación con una blusa, se utiliza principalmente en dos contextos diferenciados: en el ámbito de una romería o sobre el escenario, donde es más frecuente en el caso de coros y cuadros flamencos, con el objetivo de unificar la imagen de las artistas, y menos en el caso de cantaoras o bailaoras solistas, que suelen apostar por la bata de cola entera.

En el caso de las romerías, la falda flamenca se combina con una blusa del mismo o diferente color, un pañuelo anudado a la nuca y sombrero de paja, con el que protegerse del sol. En los pies, botas camperas o zapatillas con la suela de esparto, que permitan caminar y montar a caballo con comodidad.

Falda en cascada y falda canastera

Tradicionalmente, la falda canastera es una falda pensada para caminar en una romería, no tanto para disfrutar de un día de Feria, por lo que está formada por un solo volante, dividido, eso sí, en tantas particiones como elija la modista. También se conoce como falda rociera.

En contraposición, encontramos la falda con volantes en cascada, más tradicional para el baile y, por lo tanto, en la feria, en la que cada volante es independiente de los demás y todos van cosidos a la falda. Con este tipo de falda se gana en volumen y movimiento.

Falda flamenca en espectáculoTejidos de la falda para bailar flamenco

Otro de los grandes usos actuales de la falda flamenca es como atuendo de ensayo para bailaoras. En este caso, para elegir la falda adecuada hay que prestar atención al tejido, que va a influir en el peso y el movimiento de la falda. Algunos de los tejidos más habituales para las faldas de ensayo son:

  • Punto: muy apropiado para principiantes, ya que se trata de un tejido que evita que se formen carreras al enganchar el tacón con alguno de los volantes, algo común cuando se comienza a bailar.
  • Viscosa: más fino y elástico, se adapta muy bien al cuerpo de la bailaora y no da tanto calor.
  • Lycra: con este material se confeccionan faldas ajustadas y muy elásticas de gran durabilidad.
  • Crespón: es un tejido más caro, por lo que suele reservarse para faldas profesionales o creaciones de grandes maestros de la costura, debido a su cuerpo, caída y ligereza, que genera un movimiento precioso durante el baile.
  • Terciopelo: reservado para trajes profesionales de gran calidad, el terciopelo aporta cuerpo y espectaculares reflejos en función de cómo incide la luz, aunque también genera más calor durante el baile.

Complementos al traje de flamenca

Pero la falda de flamenca, por sí sola, no hace a la bailaora: para convertirse en el atuendo espectacular que todos conocemos, el traje se complementa con adornos que contribuyen al movimiento y la espectacularidad del baile. Estos son algunos.

Mantón o mantoncillo

También conocido como pico, el mantón es un complemento imprescindible en el traje de flamenca: aunque en su origen se usaba para protegerse del frío, actualmente complementa el traje, aportando una nota de color. Una bailaora experta aprovechará la caída y el movimiento del mantón para dotar de más espectacularidad a su baile.

Zarcillos

Así se conocen a los pendientes típicos que usan las flamencas para complementar su vestuario. Habitualmente son grandes y de colores llamativos, a juego con la flor del pelo, y bien elegidos permiten cambiar por completo el atuendo.

Abanico

En el mundo del flamenco, el abanico tiene un papel mucho más importante que únicamente acompañar al atuendo femenino: si en su origen se utilizaba para combatir los rigores del verano, las mujeres pronto desarrollaron un lenguaje propio en el que las distintas posiciones del abanico en la mano emitían diferentes mensajes. En las actuaciones flamencas, el abanico contribuye a dotar de intencionalidad y sensualidad los movimientos de la bailaora.

Abanico flamencoZapatos

Elegir unos buenos zapatos de flamenca es crucial para las bailaoras, ya que de su comodidad depende en buena medida que puedan desarrollar sus actuaciones con el duende y el arte que las caracteriza. Los zapatos de flamenca deben ser de piel flexible, tener vario centímetros de tacón y pueden incluir clavos en la suela y el tacón, con el objeto de dotar de mayor espectacularidad sonora al zapateado.

Si quieres conocer la importancia de la falda flamenca en el baile y disfrutar de cómo nuestras bailaoras transmiten toda su fuerza y movimiento en el escenario, no esperes más y reserva ahora tus entradas para cualquiera de los pases que Gran Gala Flamenco ofrece en el Teatro Poliorama o en el Palau de la Música Catalana. ¡Te encantará!

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